Para valientes
no puedes evitar tener un día malo,
ni mucho menos puedes evitar hacerte preguntas.
Está claro que la vida es para los valientes que salen a comerse el mundo,
para los que a pesar de los obstáculos siguen luchando por un sueño.
Está claro que de la noche a la mañana no se construyó Roma,
ni mucho menos se puede recorrer el mundo en un día,
pero si puedes salir fuera a luchar por ello,
a intentar construir Roma en cinco días o incluso en cuatro,
a intentar recorrer el mundo en siete días o incluso en seis,
incluso puedes salir a intentar conquistar el mundo,
por muy difícil que lo veas.
Hay que intentar sobreponer las cosas buenas a las malas,
a creer que el día de mañana te van a salir las cosas bien,
que la vida por fin te esté sonriendo.
Que todo no sea material, sino también sea físico.
La vida te puede sonreír de muchas maneras,
y quizás una de esas maneras la tengas delante ahora mismo.
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