Una mañana 10
Hoy me levante, y sentía algo diferente a otros días, aún sabiendo que hoy iba a tener un examen que la verdad, no llevaba tan mal.
Pero, lo que creía que iba a ser un día fantástico resulto no empezar tan bien, empezó a darme pinchazos en la barriga, dolores fuertes, demasiado para ser tan temprano, creo que aún no me había ni despertado, pero ahí estaba mi barriga, dando guerra desde buena mañana. Mi lucha constante conmigo mismo era tal que así: me voy, no me voy, me voy, no me voy.. me faltaba ir a por una margarita para ver lo que iba a hacer, pero finalmente ganó el no me voy, ya que estábamos dando un apartado bastante importante, que de todos modos, no iba a servir de mucho ya que los ejercicios no he sabido hacerlos. una gracia.. veras mañana la profesora.. jeje
Después de tres horas horrorosas, ya que quería morirme, por fin llegó el recreo, donde comimos tarta debido al cumpleaños de una compañera. Le cantamos el cumpleaños feliz, y no sabia donde meter la cabeza la pobre.. Después de galochear durante un rato, se terminó el recreo, y fuimos a realizar el examen, mi cabeza iba segura a hacerlo.
Cuando terminamos este, se lo entregamos al profesor y este iba corrigiéndolos mediante se los iban entregando. Cuando voy a entregárselo, lo entrega un compañero antes, bueno, empieza a corregirse-lo y nos quedamos allí, cuando se dispone a corregir el único problema que nos puso, dónde a mi me salían 34 fotos, y a mi compañero le salia no se cuantos millones de fotos, yo ya estaba lamentándome por haber cometido algún fallo en el examen, pero, no iba a quedarme quito ya que yo estaba seguro de que lo tenía bien. A ello que le digo al profesor que el mío estaba bien, y el me contestaba que como iban a caber solo 34 fotos, ¿y al final sabéis quién llevaba razón? Sí, yo, entonces me emocione porque el examen lo había bordado. Cuando se pone a corregirlo, y adivinad lo que saqué, sí, lo que estáis pensando, un 10. Era el hombre más feliz del mundo, se me fueron todos los dolores, estaba en las nubes.
Por eso, creo y afirmo, que fue una mañana 10.